miércoles, 29 de diciembre de 2010

Balance del año, y que vivan los fatalismos.

A nivel nacional, apague usted y vámonos. Ya que voto, puedo quejarme aunque sirva de poco.

Es mucho mas cómodo tirarse mierda unos a otros y esperar a ver como se hunde el país a colaborar. Pero claro, eso sería lo normal en un mundo en el que la razón para entrar en política es la vocación, en cambio en este mundo nuestro, las razones me resultan confusas.Siendo fatalista, opinaría que solo quieren un cojín de billetes mas cómodo y que no tienen la inventiva necesaria para conseguirlos por su cuenta, o que directamente lo hacen para quitarse trabas (incluso judiciales) de enmedio como ocurre en cierto país europeo.


¿No sería mejor y mas satisfactorio gobernar de forma meritoria por haber demostrado competencia que por mera eliminación de adversarios? Ah, espera, que eso requiere mas esfuerzo.

Pues nada, arrojemos mierda todos. Que así, cuando nos llegue por las rodillas, tendremos que agacharnos menos para cojerla.

Un saludo, otro palurdo más. Bueno, ojalá lo fuera, que parece que ahora la ignorancia es algo de lo que presumir.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Ideales muy bonitos, pero gente no tanto.

Cualquier persona que lea esto no debe ver en mí a un enemigo de causa alguna, tan solo quiero concienciar un poco con estas palabras de que el fin no justifica los medios (por lo general) y hablar un poco en contra de la violencia gratuita e innecesaria.

Defender los derechos de los humanos en cualquiera de sus facetas es algo admirable. Ojalá se hiciera más de lo que se hace, la verdad. Podría entrar en debates sobre el exceso de poder, y similares, pero son cosas que todos sabemos sobradamente y que nos recuerdan con frecuencia.


No obstante, todo este -para muchos- glorioso mundo de la lucha por las causas nobles y el bien del prójimo tiene un lado oscuro. En ocasiones, gente de dudosas motivaciones o en extremo radicales realiza actos que causan mas daño a su causa que beneficio. Hablo de quema de contenedores u otros objetos, daños a coches, y un larguísimo etcétera, así como de, tristemente, ataques y destrozos a las pequeñas tiendas y kioscos. Por ejemplo, algo sucedido hace poco.

He escogido esta imagen porque es reciente y me fue fácil de encontrar. Como estas o peores de entonces hay muchas, pero no quiero comentar ese día en concreto pues es un tema complejo y me saldría del tema.

. No nos engañemos. En este mundo en que vivimos, hacen falta medidas urgentes para cambiar muchísimas injusticias, pero destrozar el mobiliario urbano y atacar al pequeño comerciante no va a arreglar nada, y crea muy mala imagen de los movimientos reivindicativos. Alguien cuya tienda fue destrozada por un grupo que reivindica algo, difícil mente va a considerar "vaya, pues tienen razón, me uniré a ellos".

Mi intención no es ni de lejos criticar los movimientos con tendencia hacia la izquierda, pero hay formas y formas. Apruebo totalmente del derecho a la manifestación. La violencia es un asunto sumamente delicado, y su uso a la ligera y contra objetivos indefensos y aleatorios no soluciona nada. Y contra objetivos capaces de defenderse y bien elegidos soluciona algo muy rara vez.